La semana pasada tuvo lugar la devolución de la visita que en mayo realizaron vecinos y autoridades de Breña Alta al municipio cordobés de Añora, en el corazón de los Pedroches.
El origen de este encuentro de dos pueblos radica en las coincidencias en la celebración de la Festividad de la Santa Cruz y particularmente en compartir ambos municipios el adorno con joyas del santo madero.
Cerca de 70 personas de Añora, con su alcalde, Bartolomé Madrid Olmos, al frente fueron agasajados por el Ayuntamiento de Breña Alta. El amplio programa contempló el recorrido por la isla en dos jornadas, una hacia el norte -Puntallana, San Andrés y Sauces y Barlovento- y la segunda por el sur -El Paso, Los Llanos de Aridane, Tazacorte, Puntagorda y Fuencaliente.
En la tercera jornada se dedicó a visitar Breña Alta. El recorrido se desarrolló por las instalaciones municipales de Baltavida y al Centro Ocupacional, para concurrir en el descubrimiento de la placa que da nombre de Añora a una plaza en el municipio de Breña Alta, en correspondencia a otra que da el nombre de Breña Alta en Añora.
En el salón de actos tuvo lugar el acto institucional de agasajo, con discursos de ambos alcaldes, donde Blas Bravo destacó el intercambio de culturas lejanas, pero, unidas -aún siendo los grupos de gobierno de distinto signo político (PSOE y PP)- en el esfuerzos de ambas corporaciones municipales por el desarrollo económico y cultural de los vecinos y la coincidencia en los enrames a la Cruz.
En el intercambio de recuerdos destaca el regalo de sudarios pintados a mano, para cada una de las cruces de Breña Alta que portaban un grupo de mujeres de Añora, artífices de ellos. Por parte de Blas Bravo se le entregó una cruz de madera, de tamaño real, un pergamino con el texto del Acuerdo Plenario de Hermanamiento y un cuadro bordado en seda con los dos escudos municipales, de Breña Alta y Añora. Sorprendió a los asistentes la coincidencia de este último objeto, Añora también entregó a Breña Alta otro cuadro donde figuraban los dos escudos municipales, ahora en madera y piel, hecho también artesanalmente.
Después de que las autoridades firmaran en el libro de honor de Breña Alta, se dirigieron al templo de San Pedro donde se les relató a los visitantes el origen del arraigo a la festividad de la Santa Cruz en Breña Alta, cuando en 1622 aparecieron dos cruces, de color negro, dentro del tronco de una laurel cuando el zapatero Francisco Pérez lo estaba cortando.
Una comida de hermandad entre cruceros de Breña Alta y Añora tuvo lugar en el recinto ferial, de San Isidro. A la degustación de platos tradicionales, acompañada de música en directo, con postres y puros con anilla conmemorativa, le siguió la visita a los Dragos Gemelos y la inauguración de una exposición de artesanía palmera, con artesanos trabajando en vivo. Parte de esta exposición estaba destinada a los enrames de las Cruces de Breña Alta y a los trabajos artesanos de papel de los respaldares, antes los que los visitantes mostraron curiosidad e interés. Fue un momento de intercambio de los saberes de dos artes populares, distantes geográficamente, pero próximos en costumbres y tradiciones. Terminó el día con una demostración de lucha canaria, intervención de la agrupación folclórica Aduares y una cena.
De esta manera de cerró esta entrañable visita de vecinos y autoridades de Añora. Fueron unos días de intercambio y amistad y donde la cordialidad tenía como punto de encuentro la Festividad de la Santa Cruz.